14 abril 20210

Ayuno y prolapso: consejos de un naturópata

Acaba de empezar el Ramadán y varias mujeres nos han preguntado si este periodo de ayuno puede acentuar los síntomas asociados al prolapso. Así que decidimos escribir este artículo y pedir a una naturópata especializada en nutrición y salud de la mujer que nos diera la mejor respuesta posible a esta pregunta.

Ella nos explica que un Ramadán bien preparado y ejecutado, y el ayuno en general, pueden ayudar a mejorar los síntomas y hacer que te sientas mejor con tu cuerpo en general.

Los beneficios de un Ramadán bien ejecutado son, de hecho, los del ayuno intermitente (16 horas de ayuno entre dos comidas).

Estos beneficios incluyen :

  • Mayor vitalidad: la digestión consume gran parte de la energía de nuestro cuerpo, y todos hemos tenido ese famoso bajón después de comer que nos hace querer echarnos una siesta en lugar de trabajar. El ayuno nos permite utilizar esta energía para otras funciones corporales, en particular la reparación.
  • Un metabolismo reforzado gracias a la autolisis (destrucción) de las células defectuosas.
  • Limpieza y depuración del organismo, que aprovecha este tiempo de descanso para eliminar toxinas.
Cuidado, sin embargo, con los pequeños inconvenientes que pueden surgir clásicamente durante un ayuno mal preparado y mal dirigido:
  • Fatiga
  • Deshidratación
  • Trastornos del tránsito, estreñimiento

Se sabe que estos 3 elementos pueden acentuar ciertos síntomas o las molestias asociadas al prolapso.

Algunos consejos de un naturópata para optimizar su ayuno y evitar estos inconvenientes

  • Rompe el ayuno con un aporte de fibra. Cuando no comes durante el día, tu sistema digestivo se toma un descanso, así que para evitar la hinchazón y el estreñimiento, intentas inducir el movimiento intestinal. Por eso la forma tradicional de romper el ayuno durante el Ramadán es con unos dátiles. Son ricos en fibra y minerales alcalinos (calcio, potasio, magnesio). Como alternativa, incorpore sistemáticamente una gran ración (medio plato) de verduras cocidas.
  • Mantente hidratado ! Se pierde agua durante todo el día, sobre todo si no se bebe de joven. La deshidratación también es un factor de estreñimiento, y aumenta el cansancio, provoca dolores de cabeza y musculares, y reseca los tejidos, la piel y las mucosas. Así que beba agua con regularidad, pero a ser posible no demasiada durante las comidas (más de un vaso durante una comida diluye las enzimas digestivas). Incluye también alimentos ricos en agua, como verduras crudas (pepino, tomate) o fruta fresca al principio de la comida, como el melón.
  • Evita las comidas copiosas. El ayuno hace que el estómago se encoja, por lo que la digestión es más difícil si se ingieren comidas demasiado copiosas, lo que provoca hinchazón y estreñimiento. Debe optar por alimentos con un índice glucémico bajo y alimentos ricos en almidón como el bulgur, la cebada o posiblemente la sémola, y evitar los dulces y los fritos. Si tienes una digestión sensible, opta por alimentos ricos en almidón y verduras por la noche, posiblemente con legumbres para ayudarte a dormir, y reserva las proteínas (carne, pescado, huevos) y los productos lácteos (pero siempre con verduras) para la mañana. Y deje de comer en cuanto se sienta saciado.
  • Mantén tu actividad física diaria o regular: caminar, montar en bicicleta, estiramientos, yoga, etc. Esto facilita el tránsito, ayuda a prevenir el estreñimiento y optimiza tu metabolismo.
En resumen: evita la deshidratación y los problemas de tránsito si quieres aprovechar al máximo tu ayuno y obtener los beneficios físicos y espirituales que esperas de él 🙂

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