Las mujeres deportistas se ven especialmente afectadas por los trastornos del suelo pélvico

Nunca se repetirá lo suficiente: la actividad física es buena para la salud. Sí, pero… con algunos matices. De hecho, hay estudios que demuestran que las mujeres que practican deporte con regularidad, ya sea a alto nivel o como aficionadas, pueden ser más propensas a sufrir problemas de estática pélvica.[1]

Mientras que numerosos estudios han establecido la relación entre el deporte y la incontinencia urinaria, muy pocos han examinado la relación entre el deporte y el prolapso.

Sin embargo, en 2006, la Academia Nacional de Medicina francesa recomendó que se informara a las deportistas de alto nivel sobre las medidas preventivas y terapéuticas del prolapso de órganos pélvicos. [2]

En las mujeres que practican regularmente actividades deportivas (ya sea a alto nivel o como aficionadas), el riesgo de incontinencia urinaria de esfuerzo se multiplica por 2 en comparación con las mujeres de la misma edad. Varios estudios revelan cifras significativas:

  • Entre el 15% y el 30% de las deportistas sufren incontinencia urinaria.
  • Hasta un 30% de las deportistas que nunca han tenido hijos sufren pérdidas durante el ejercicio.
  • Hasta el 40% de las atletas de alto nivel tienen pérdidas durante el deporte y/o el entrenamiento.

Esta afección también afecta a las adolescentes: se estima que casi el 10% de las adolescentes sufren incontinencia urinaria de esfuerzo, principalmente durante las clases de deporte en la escuela secundaria.

¿Por qué el deporte es un factor de riesgo para el perineo?

En general, un aumento repentino de la presión intraabdominal crónica (estreñimiento, tos crónica, esfuerzo físico dirigido, etc.) son factores de riesgo reconocidos para el prolapso y la incontinencia de esfuerzo. [3]

Según el deporte, la forma de practicarlo o la intensidad de la actividad, la cintura pélvico-perineal puede verse alterada. Es el caso, por ejemplo, si se refuerzan los músculos abdominales en modo “crunch” en detrimento de los músculos pélvicos, que se vuelven incapaces de compensar los empujes abdominales.

La culpa no es sólo del deporte en sí. La forma en que se practica el deporte, la manera en que se diseña y se lleva a cabo el entrenamiento y la formación que se imparte a los entrenadores y técnicos deportivos no se adaptan, por desgracia, a las características específicas de la anatomía femenina.

La respiración durante el ejercicio físico, por ejemplo, es muy importante. Si no se respira correctamente, el esfuerzo será perjudicial para la cintura pélvico-perineal, y los órganos se verán empujados hacia abajo, alterando su sistema de suspensión sobre la marcha, lo que aumentará el riesgo de prolapso o de incontinencia urinaria de esfuerzo.

¿Qué deportes suponen un mayor riesgo para el perineo?

Las actividades deportivas de mayor riesgo son las que implican una fuerte presión intraabdominal y debilitan progresivamente el sistema muscular y ligamentario de la pelvis:

Según un estudio, la incontinencia urinaria hace que casi la mitad de las deportistas dejen o cambien de deporte. Y se calcula que el 55% de las deportistas llevan protección.

Sin embargo, sólo entre el 5 y el 30% (según el estudio) de estas mujeres han hablado con un profesional sanitario sobre el problema, ya sea por pudor o vergüenza, o porque desconocen las opciones de prevención y tratamiento disponibles para combatir el problema. Muchas mujeres ven la incontinencia urinaria como algo inevitable.

¿La buena noticia? Existen soluciones, tanto preventivas como terapéuticas 🙂

Nuestro objetivo: ¡que no tenga que dejar de hacer deporte!

La atención integral es esencial para prevenir o tratar los trastornos del suelo pélvico en las mujeres deportistas.

Se trata de una reeducación “posturo-toraco-abdomino-pelviperineal”, y no simplemente de una “reeducación perineal”, como ocurre con demasiada frecuencia.

Este tratamiento consiste en trabajar la postura, el tono muscular abdominal y pélvico y la respiración, así como los hábitos higiénico-dietéticos: nutrición, sobrepeso, estreñimiento crónico, hábitos de micción y defecación, tabaquismo, etc.

Este trabajo se realiza con un profesional sanitario especializado: un masajista-fisioterapeuta o una matrona.

Otra herramienta a disposición de las deportistas: el pesario, por supuesto 🙂

El pesario no es un sustituto del tratamiento rehabilitador, sino un complemento eficaz del mismo, y puede permitirte participar en tus actividades deportivas sin que te molesten los síntomas y sin agravar tu afección.

Y es mucho más agradable que la protección 🙂

Muchas mujeres llevan el pesario sólo durante las sesiones deportivas y luego se lo quitan. Algunas sólo lo llevan durante determinados periodos, cuando se sienten más cansadas y cuando los síntomas son más molestos.

Considera la posibilidad de utilizar un sujetador o una rodillera. En función de tu cuerpo, de cómo te sientas, de tus puntos débiles o de lesiones anteriores, te pones estos accesorios sin complejos ni tabúes cuando sientes la necesidad de hacerlo durante la práctica deportiva.

Pues lo mismo ocurre con tu pesario.

No existe un tipo de pesario más adecuado para la práctica del deporte. Todo depende de tus síntomas y patología.

El principio es siempre el mismo: consulte a un profesional sanitario especializado para determinar el pesario que mejor se adapte a sus necesidades.

También colaboramos con Sport & Spécificités Féminines, una asociación francesa creada por una fisioterapeuta para ayudar a prevenir los trastornos del suelo pélvico en las mujeres deportistas.

En conclusión, no nos cansaremos de repetirlo: ¡señoras, pónganse en contacto! A muchas de vosotras os molesta el prolapso o la incontinencia. No dejéis que la pesadez pélvica o las pérdidas os impidan practicar libremente vuestro deporte.

Sources
[1] BRAEKKEN  IH,  MAJIDA  M, ELLSTRÖM  ENGH  M,  HOLME  IM, BO  K., «Pelvic  floor  function  is independently  associated  with pelvic  organ  prolapse.»  BJOG, 2009;116(13):1706-14
[2] CREPIN  G,  BISERTE  J,  COSSON  M, DUCHENE  F., «The  female  urogenital system  and  high  level  sports.»  Bull Acad Natl Med, 2006;190(7):1479-91
[3] KRUGER  JA,  DIETZ  HP,  MURPHY BA., «Pelvic  floor  function  in  elite nulliparous  athletes.»  Ultrasound Obstet Gynecol, 2007;30(1):81-5