¿Cómo elijo el modelo adecuado y la talla adecuada para mis pacientes?
Hoy en día, no existe ningún instrumento o medio fiable para determinar inmediatamente con certeza el pesario adecuado para una paciente concreta. Hay que probar, usando el método del ensayo y error.
Por ello, es fundamental recibir a la paciente en la consulta para proceder a la prueba de uno o más pesarios de prueba de acuerdo con el examen realizado y la información comunicada por la paciente, a quien se debe preguntar por sus expectativas, su disposición/capacidad para la manipulación diaria del pesario, su actividad sexual…
Por ejemplo, no se debe prescribir un pesario de cubo a una paciente que no pueda o no quiera quitarse y volver a colocarse un pesario a diario ella misma. A una paciente con una vida sexual activa no se le debe prescribir un pesario de dónut, salvo que sea capaz de quitárselo y ponérselo ella sola.
¿Cuánto tiempo requiere una consulta de prueba de pesarios?
A veces, la consulta es muy rápida y sirve el primer pesario probado. Otras veces hay que probar varios y la consulta puede durar hasta media hora.
La experiencia muestra que, de media, se deben probar 3 o 4 modelos para dar con el correcto (generalmente, los tamaños prescritos con mayor frecuencia).
¿Cuántos pesarios de prueba debo tener en la consulta?
Tener los tamaños prescritos con más frecuencia (entre 51 mm y 83 mm) en el consultorio es suficiente para tener al 85 % de las pacientes cubiertas aproximadamente.
En general, hay que disponer de entre 15 y 25 pesarios.
¿Qué lubricantes son compatibles con los pesarios?
Solo se deben usar geles lubricantes a base de agua al insertar y retirar un pesario. Los geles lubricantes a base de silicona o aceite, así como la vaselina, pueden dañar el pesario y las mucosas los toleran peor.
¿Por qué es importante que el pesario esté hecho de silicona?
La silicona médica es el material que mejor toleran las membranas mucosas, incluso en caso de contacto prolongado durante varios meses, y no causa reacciones alérgicas ni irritaciones, a diferencia del látex o del plástico. La silicona, al no ser porosa, no absorbe ni promueve la proliferación microbiana en su superficie.
Además, su elasticidad y flexibilidad hace que la mujer esté cómoda al llevar este dispositivo.
La silicona también ofrece una vida útil mucho más larga la del látex o del plástico (hasta 5 años, en comparación con los 6 meses del látex o del plástico).
Finalmente, la silicona se puede esterilizar en autoclave.
Le prescribí un pesario a una paciente, y me llamó unos días después para decirme que el pesario no le iba bien. ¿Qué puedo hacer?
Puede suceder que el pesario elegido durante la consulta de prueba no acabe siendo el adecuado: sensación de incomodidad, caída del pesario… Se debe informar a las pacientes de que esto puede pasar. En la mayor parte de los casos, las pacientes tardan menos de 48 horas en darse cuenta de que un pesario no les va bien.
En esos casos hay que pedir a la paciente que vuelva a la consulta para comprender lo que no funciona y ajustar la prescripción tras nuevas pruebas (nuevo tamaño o incluso nuevo modelo) teniendo en cuenta las dificultades encontradas con el primer pesario. En general, esta segunda consulta es mucho más rápida y sencilla que la primera.
¿Cómo puedo ayudar a mis pacientes a familiarizarse con su pesario y a usarlo fácilmente?
Ponemos a disposición de sus pacientes consejos, sugerencias y guías para ayudarlas a usar su pesario con más tranquilidad: aquí
Por último, te animamos a que les enseñes a tus pacientes a manipular ellas mismas sus pesarios durante las consultas. Esto no solo permite validar la elección del modelo de pesario, de acuerdo con la autonomía de las pacientes en particular, sino también optimizar la adherencia al tratamiento y aumentar la confianza de las pacientes cuando deban seguirlo en casa.