Testimonios
Ellas nos cuentan su opinión
Nuestras clientas comparten su opinión y nos cuentan su propia experiencia tanto en caso de prolapso como de incontinencia urinaria. Nos cuentan las dificultades encontradas, los tratamientos seguidos y cómo el pesario ha cambiado su vida diaria al brindarles comodidad y libertad.
Envíanos tus propios comentarios para que sirvan de apoyo a la gran cantidad de mujeres que sufren problemas similares: escríbenos a contact@gaya-women.com.
Muchas gracias a todas las que queréis contarnos vuestras historias.
Nicole C.
En primer lugar, debo decir que llevar un pesario ha cambiado mi vida. Tras someterme a radioterapia y braquiterapia hace 30 años, padezco un cistocele y un prolapso anal que se ha agravado recientemente y que no es operable al haber recibido esos tratamientos tan agresivos.
La responsable de MyLittlePessaire me atendió por teléfono de forma extremadamente cálida y profesional. Gracias a sus buenos consejos y a obtener la dirección de un médico con formación en el uso y la colocación de pesarios, encontré el modelo que me convenía (un pesario de anillo plegable con soporte en mi caso).
La vejiga está bien sujeta, pero aún es más importante que el prolapso anal, que me hacía sufrir y me complicaba mi día a día, está prácticamente controlado. También me gustaría señalar que poner y quitar un pesario no es doloroso si te dicen cómo hacerlo, y que si llevas el pesario del tamaño adecuado, no lo sientes para nada.
Gracias de nuevo a MyLittlePessaire y a este médico que me devolvió el ánimo y la posibilidad de llevar una vida normal.
Marie L.
Tengo 66 años. Hace 2 meses, después de 2 años de incomodidad y diversas molestias debido a un prolapso de útero sobre el que había recibido opiniones dispares, mi ginecólogo decidió colocarme un pesario de anillo plegable a la espera de una decisión sobre una posible operación. ¡Alivio inmediato, casi increíble! Llevo 2 meses haciendo vida normal sin molestias, en particular largas caminatas sin pesadez ni malestar en la parte baja del abdomen. Ni me acuerdo de él y me siento mucho menos cansada en el día a día. No he vuelto a tener pérdidas de orina ni ninguna molestia relacionada. Espero poder continuar con esta solución, que me ha evitado una operación y realmente me ha subido la moral. Lo único que lamento es no haber podido usarla antes.
Françoise B.
Al sufrir un descenso de órganos, consulté a mi ginecóloga, quien me ofreció dos alternativas: o una operación o el uso de un pesario. Opté por el pesario.
Por prescripción de esta ginecóloga, compré un pesario Milex de Gaya en la farmacia. En el momento en que la ginecóloga me lo colocó, no sentí ningún dolor, pero sí pasados unos días. Como mi ginecóloga no estaba disponible por la crisis sanitaria, se me ocurrió visitar www.MyLittlePessaire.com, que aparecía en el envase del pesario. Allí encontré el número de teléfono de la empresa Gaya.
Pude explicarles mi situación y obtener todas respuestas que dieron con la solución. La persona que me respondió llegó a la conclusión de que el pesario me quedaba un poco grande. También me envió una guía que explica cómo colocarse o quitarse el pesario una misma.
Así que pedí un pesario de exactamente una talla menos. Pude colocármelo yo sola y después de 10 días de uso puedo decir que es perfecto; no duele y realmente me ayuda. Ya no me siento intimidada por los problemas y los efectos del descenso de órganos.
Sin la atención y las explicaciones personales que recibí, podría haber dejado de usar el pesario y no habría mejorado nada. Y saber cómo ponértelo y quitártelo tú misma te hace realmente autónoma. La combinación de circunstancias y, sobre todo, el hecho de haberme guiado por este atento consejo, me permitieron adoptar esta práctica y segura solución.
Gracias de nuevo a la interlocutora que me ayudó al teléfono.
Nicole A.
Tenía un prolapso incipiente y en seguida sentí molestias. Así que concerté una cita con una uróloga para una revisión. La uróloga me recetó 3 exploraciones: citología, resonancia magnética pélvica y estudio urodinámico (con un análisis de orina 10 días antes). Mientras esperaba todos los resultados, mi uróloga, una señora muy amable y, sobre todo, eficiente, me recetó un pesario de cubo. Luego me colocó el pesario, que resultó efectivo al aliviar el malestar debido al prolapso y que no me ha causado ninguna molestia ni dolor.
De vuelta a casa, quería practicar a quitármelo y he de decir que se me hizo muy difícil. Así que llamé a la empresa Gaya utilizando los datos de contacto que se encuentran en el sitio MyLittlePessaire y me cogió el teléfono una señora muy atenta y profesional. Le planteé todas mis dudas: cuánto tiempo llevarlo, etc. y aproveché para decirle que me costaba mucho quitármelo. ¡Así que lo hicimos juntas al teléfono y gracias a ello lo logramos!
Tras este triunfo, a la mañana siguiente quise ponérmelo yo misma: no fue fácil, pero al día siguiente lo logré. Sobre todo, hay que estar relajada a la hora de colocárselo. Todo esto para decir que si el pesario está bien colocado, aporta un bienestar considerable, permite orinar sin problemas y no causa dolor. ¡Espero que mi pequeño testimonio te ayude!
Annie V.
En 2017 me operaron de una anexectomía bilateral. Después de esta operación, comencé a sentir pesadez en la parte inferior del abdomen. Consulté a mi ginecólogo, quien notó un cistocele de grado 2, e inicialmente me recetó 10 sesiones de rehabilitación perineal en un consultorio especializado. Sentí un alivio momentáneo, aunque a veces me sentía incómoda en mis
actividades diarias. Posteriormente, por consejo de mi ginecólogo, acepté, no sin dudarlo, la colocación de un pesario de anillo. El alivio fue inmediato, hasta el punto de olvidar que lo llevaba. Gaya/MyLittlePessaire me atendieron de forma agradable y cálida. Una vez más, gracias.
Monique M.
Mesdames, si vous avez des problèmes de prolapsus, demandez à votre gynécologue de vous prescrire un pessaire.
La première fois que j’ai porté un pessaire, j’aurais embrassé la gynéco tellement le confort était grand... Plus la sensation de boule, plus de problème pour uriner, un vrai confort.
Je porte un pessaire depuis 40 ans, ma maman en avait un, c’était son médecin traitant qui le lui avait prescrit.
Je suis vraiment très satisfaite de cette solution.
Marie M.
Suite à une récidive de prolapsus utérin, mon urologue m'a conseillé de tester un pessaire anneau pliable MILEX afin d'éviter une seconde intervention chirurgicale. Avec tous les conseils précieux de GAYA, je suis ravie de porter cet anneau tous les jours. Il est efficace pour mon problème et facile à retirer en suivant le mode d'emploi et les conseils. N'hésitez pas à le découvrir, très bon produit.
Encore un grand MERCI à la personne de l'accueil pour votre amabilité et votre compréhension.
Nelly F.
Llevo sufriendo un descenso de órganos 4 años.
Mi médico de cabecera me sugirió que fuera a rehabilitación. No sirvió, ya que mi descenso de órganos estaba demasiado avanzado, así que decidí probar con un pesario.
Pasé un poco de miedo la primera vez que lo usé por si no podía quitármelo, pero MyLittlePessaire nos manda una pequeña guía y fue de maravilla. Intenté ponérmelo y luego quitármelo y no resultó tan difícil. Sientes cuando no está bien colocado y, entonces, basta con girarlo y ya está.
Estoy encantada, aunque me vendría bien una talla mayor. Mientras llega, me ha permitido familiarizarme con su colocación y retirada, ya que al final del día desciende solo. Esperaré un poco aún y me compraré una talla más.
En cualquier caso, no lo dudes, lo recomiendo, volverás a vivir. Puedo pasarme el día caminando y quedarme de pie.
Es una pena que haya tan pocos médicos y ginecólogos que se preocupen por nosotras. Afortunadamente, por fin hay un sitio en el que se puede confiar.
Gracias, MyLittlePessaire.
Elisabeth S.
Unos antecedentes quirúrgicos de peso (cáncer) favorecieron el prolapso y la incontinencia urinaria. Entonces comencé la rehabilitación del perineo, que no fue concluyente. Por entonces, me planteaba una operación para recolocar la vejiga. Extirpar el prolapso no era técnica ni médicamente deseable en mi caso según el estudio urodinámico que me realicé en octubre de 2017.
Ante esta situación, se me recomendó el pesario de anillo. Este dispositivo destinado a contener el prolapso se coloca en la vagina. El primer pesario de anillo (látex) me lo colocó mi ginecólogo en abril de 2016. Pero no lo recomiendo, ya que me causó lesiones y sangrado, porque se desaconseja el uso del látex en los pesarios. Tuve que dejar de usarlo (alrededor de 4 meses) y, por supuesto, favoreció la reaparición de «molestias infernales», especialmente difíciles y extremadamente incapacitantes.
En enero de 2020, mi ginecólogo cambió la prescripción por un pesario de anillo de silicona un poco más grande de la marca MILEX, de tamaño 4, con un diámetro de 70 en vez de 68. Lo toleré muy bien y me resultaba tan cómodo que me olvidaba de que lo llevaba puesto, cosa que no me había ocurrido antes.
Cambió por completo mi vida y pude hacer vida normal. ¡Qué bien sienta la libertad! Es el mejor regalo de Navidad que podría tener. Es una lástima que no sea compatible con la CPAM. Sin embargo, también es cierto que el confort que ofrece no tiene precio. Cambiarlo todos los años es una buena solución y, por precaución, hay que acudir al ginecólogo cada 3 o 4 meses si no podemos colocárnoslo nosotras mismas.
Françoise S.
Hola. Vuestra página es genial, sencilla y accesible con un lenguaje claro y las palabras adecuadas. La descubrí mientras buscaba información sobre el pesario.
En la consulta no me sorprendió el diagnóstico porque ya lo había padecido, pero nunca había oído hablar del pesario… Me pregunto por qué, porque tengo una mente bastante abierta y curiosa.
Mi ginecóloga se planteaba colocarme, retirarme y cambiarme el pesario en la consulta, lo que no me apetecía nada.
Opté por colocármelo yo sola con la información estrictamente necesaria.
Los busqué en Internet y encontré vuestra página… La leí, navegué por ella y la releí para encontrar respuestas a mis preguntas. Todo era tranquilizador, familiar y alentador, y en 3 días lo entendí todo, lo descubrí todo, lo experimenté todo y me hice con el pesario de anillo. Es maravilloso, una liberación, como la sensación de caminar descalza. Hoy, después de caminar, de sesiones de yoga, de quitármelo y ponérmelo sin dificultad, puedo decir que he encontrado la comodidad que quería y no siento ninguna molestia. El gel reparador funciona muy bien.
Os doy las gracias por proporcionarme este alivio y por vuestros sabios y tranquilizadores consejos.
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