12 mayo 2023

El prolapso también es una patología de mujeres jóvenes

El prolapso de órganos pélvicos es un trastorno ginecológico frecuente en las mujeres, caracterizado por el colapso o descenso de uno o varios órganos pélvicos, como el útero, la vejiga, el recto o la vagina. El prolapso afecta aproximadamente a 1 de cada 2 mujeres a lo largo de su vida y, como señala la Autoridad Nacional Francesa de la Salud, afecta a mujeres “de todos los grupos de edad” (1).

De hecho, aunque este trastorno suele asociarse (erróneamente) al envejecimiento y la menopausia, también puede darse en mujeres jóvenes, y no es ni mucho menos raro.

De las mujeres que compran un pesario en MyLittlePessaire, el 25% tienen entre 25 y 55 años, y alrededor del 15% entre 25 y 45 años (2).

Por lo tanto, nuestras cifras coinciden con las de los estudios de ginecología y urología y de los servicios quirúrgicos, que muestran una prevalencia importante del prolapso genital en las mujeres jóvenes. Algunos de estos estudios estiman que la proporción de mujeres menores de 50 años entre todas las mujeres afectadas por un prolapso es de alrededor del 25%, y la proporción de mujeres menores de 35 años oscila entre el 5% y el 19%, según los estudios (3).

Aurélie Blaugy, fisioterapeuta especializada en reeducación pélvico-perineal en París, que imparte cursos de formación sobre el tema del prolapso: entre las pacientes con prolapso que veo en consulta, ¡entre el 40 y el 50% tienen menos de 45 años!

Por último, según datos del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, el prolapso afecta a alrededor del 3% de las mujeres de entre 20 y 39 años.

El prolapso también puede afectar a las chicas jóvenes, sobre todo a aquellas con antecedentes de traumatismo pélvico o debilidad congénita de los músculos y tejidos de sostén: los estudios han demostrado que el prolapso puede afectar hasta al 7% de las chicas de entre 12 y 19 años. Los síntomas del prolapso pélvico en chicas jóvenes pueden incluir dolor.

Por tanto, estas cifras subrayan la importancia de concienciar a las mujeres, incluidas las jóvenes, de los síntomas del prolapso y animarlas a consultar a un médico si es necesario.

También es importante señalar que la prevalencia del prolapso en mujeres jóvenes puede estar subestimada, ya que muchas mujeres no buscan tratamiento para sus síntomas o no son diagnosticadas.

¿Cuáles son las causas del prolapso en mujeres jóvenes?

Según las mismas estadísticas y estudios, la mayoría de los prolapsos en mujeres de entre 30 y 40 años se producen después del parto, mientras que la mayoría de los prolapsos en mujeres menores de 30 años están relacionados con un defecto genético del tejido conjuntivo y el colágeno, que debilita el sistema de suspensión perineal a una edad temprana.

En cualquier caso, son muchas las causas de prolapso en mujeres jóvenes. Los factores de riesgo más frecuentes son el embarazo, el parto vaginal, la falta de rehabilitación pélvico-perineal en el posparto, el estreñimiento crónico, la tos crónica, la actividad física extenuante y las anomalías congénitas del suelo pélvico y/o los tejidos conjuntivos, como el síndrome de Ehlers-Danlos.

 

¿Cuáles son los síntomas del prolapso en mujeres jóvenes?

Los síntomas del prolapso en mujeres jóvenes son los mismos que en mujeres mayores. Estos síntomas pueden ser variados, y las molestias experimentadas también varían mucho de una mujer a otra.

Entre los síntomas más comunes se incluyen una sensación de pesadez o presión en la parte inferior del abdomen (generalmente denominada pesadez pélvica), dolor pélvico, dificultad para orinar o defecar, incontinencia urinaria o fecal y disminución de la satisfacción sexual, generalmente relacionada con un deterioro de la imagen corporal y una menor autoestima. Los síndromes depresivos también suelen asociarse al prolapso.

 

¿Qué tratamiento existe para las mujeres jóvenes con prolapso?

El tratamiento del prolapso de órganos pélvicos en mujeres jóvenes es exactamente el mismo que para las mujeres mayores: no hay diferencias en el enfoque terapéutico en función de la edad.

La elección del tratamiento depende principalmente de la elección y las preferencias de cada mujer, así como de sus síntomas. La Autoridad Nacional Francesa de la Salud ha publicado recomendaciones sobre el tratamiento del prolapso, abogando por una decisión médica compartida entre paciente y cuidador.

Las opciones de tratamiento incluyen la reeducación pélvico-perineal y/o el uso de un pesario como tratamiento de primera línea, y la cirugía como tratamiento de segunda línea, o una combinación de estos enfoques (1).

Sin embargo, hay que tener en cuenta que no es posible operar un prolapso después del parto hasta que el cuerpo se haya recuperado totalmente, lo que suele llevar un buen año, para evitar cualquier riesgo de hipercorrección. Además, no se recomienda la intervención quirúrgica si la mujer desea quedarse embarazada, ya que el embarazo y el parto conllevan un alto riesgo de recidiva del prolapso.

Por lo tanto, la reeducación y los pesarios desempeñan un papel aún más importante en el tratamiento del prolapso en mujeres jóvenes, sobre todo en el periodo posparto.

 

Prolapso en el período posparto

El prolapso pélvico es relativamente frecuente en las mujeres embarazadas y puérperas. El embarazo y el parto son dos de los principales factores que favorecen la aparición o el agravamiento de un prolapso.

En un estudio realizado en 2002, el 46% de las mujeres tenían un prolapso a las 36 semanas del parto, y el 83% de las mujeres tenían un prolapso 6 semanas después del parto, la mitad de las cuales tenían un prolapso de grado 2 (4).

Otro estudio demostró que el riesgo de prolapso de órganos pélvicos aumentaba con el número de partos. Las mujeres que habían tenido tres o más partos tenían 3,5 veces más probabilidades de desarrollar un prolapso de órganos pélvicos que las que sólo habían tenido un parto.

Estas cifras subrayan la importancia de tener en cuenta el riesgo de prolapso pélvico en las puérperas, sobre todo en las que han tenido varios partos. Es importante que las madres jóvenes reciban la atención adecuada para ayudar a prevenir o tratar el prolapso de órganos pélvicos y mejorar su calidad de vida.

Durante el embarazo y el puerperio, y mientras la madre está amamantando, el cuerpo produce una hormona llamada relaxina, que afecta a los tejidos conectivos y los músculos, en particular los del suelo pélvico, y puede contribuir al desarrollo del prolapso. Esta hormona es producida principalmente por los ovarios y la placenta en las mujeres embarazadas, y por las glándulas mamarias después del parto. Desempeña un papel importante en la preparación del cuerpo femenino para el embarazo, el parto y la lactancia.

La función principal de la relaxina es relajar los tejidos musculares y los ligamentos del cuerpo, lo que facilita el parto, el crecimiento de las glándulas mamarias y el flujo de leche materna… pero también la distensión de los ligamentos de la pelvis menor y, combinada con otros factores, el descenso de los genitales.

Es importante tener en cuenta que, en el periodo posparto, el cuerpo se recupera y cicatriza. La mayoría de los prolapsos moderados pueden corregirse, siempre que se lleve a cabo una reeducación pélvico-perineal adecuada, seria y rápida.

El pesario también es una herramienta inestimable en el posparto, y más aún si la joven madre decide dar el pecho: permite que los ligamentos, distendidos por el embarazo y luego el parto, cicatricen en una posición fisiológica, lo que limitará la aparición de prolapsos u otros trastornos estáticos de la pelvis -en particular, la incontinencia urinaria de esfuerzo-.

Algunas famosas han hablado públicamente de sus prolapsos tras el parto:

  • Kate Winslet dijo en una entrevista en 2013 que había sufrido prolapso de órganos pélvicos tras el nacimiento de su primer hijo. Quería concienciar y animar a las mujeres a buscar ayuda.
  • Tiffani Thiessen también habló públicamente de su experiencia con el prolapso tras el nacimiento de su segundo hijo. Animó a las mujeres a hablar abiertamente de sus síntomas con sus médicos y buscar soluciones.
  • Stephanie March dijo en una entrevista en 2019 que se sometió a cirugía para tratar su prolapso después del nacimiento de su hijo.

Con su papel de figuras públicas, estas mujeres contribuyen a romper el tabú que rodea al prolapso y animan a las mujeres afectadas a hablar de ello y buscar soluciones, sea cual sea su edad.

 

Deporte y prolapso

El prolapso de órganos pélvicos también puede afectar a las deportistas, sobre todo a las de alto nivel.

Según un estudio de 372 deportistas de alto nivel de varios deportes diferentes, la prevalencia del prolapso de órganos pélvicos era del 20,7%.

Un estudio de 144 mujeres en entrenamiento en la Academia Militar de Estados Unidos mostró que el 50% de ellas presentaban un prolapso en estadio 1 ó 2 (5).

Un estudio noruego de 180 mujeres levantadoras de pesas reveló que casi una de cada cuatro tenía prolapso (6).

Los deportes asociados en estos estudios con una mayor prevalencia de prolapso genital incluyen el salto de altura, el sprint, el remo y el balonmano. En particular, las atletas que practicaban deportes de salto y sprint tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar prolapso de órganos pélvicos en comparación con otros deportes.

En general, los deportes con mayor riesgo de prolapso y del periné son los que generan grandes aumentos de la presión intraabdominal, en particular los denominados deportes de “impacto”.

Una vez más, es posible que se subestime la prevalencia del prolapso en las mujeres deportistas, ya que muchas de ellas no informan de sus síntomas ni buscan tratamiento.

Por lo tanto, es fundamental concienciar a las atletas de los riesgos de prolapso pélvico asociados a su deporte, especialmente en el caso de las deportistas de alto nivel. Es importante introducir medidas preventivas, como ejercicios específicos para fortalecer los músculos pélvicos, así como animar a las atletas a que informen a su médico de cualquier síntoma de prolapso pélvico.

La asociación francesa Sport et Spécificités Féminines, a la que apoyamos desde nuestra creación, se creó precisamente con este fin. Trabaja con deportistas de alto nivel y federaciones deportivas para mejorar la prevención y tener más en cuenta las especificidades del cuerpo de las mujeres en sus entrenamientos y en la práctica de sus disciplinas.

 

Anomalías del tejido conjuntivo y del colágeno

Como hemos visto anteriormente, las anomalías del tejido conjuntivo y del colágeno son responsables de una gran proporción de prolapsos en mujeres muy jóvenes, provocando una degradación precoz del sistema de suspensión ligamentosa y muscular de la cintura perineal y favoreciendo el desarrollo de trastornos estáticos pélvicos como el prolapso o la incontinencia urinaria.

El síndrome de Ehlers-Danlos (SED) es uno de los trastornos más comunes y conocidos. Se trata de un trastorno hereditario del tejido conjuntivo que puede afectar a la resistencia y elasticidad de los tejidos corporales, incluidos los de la región pélvica. Las mujeres con síndrome de Ehlers-Danlos pueden ser más propensas a desarrollar prolapso pélvico debido a la debilidad de los músculos y los tejidos de sostén.

La prevalencia del prolapso en mujeres con SED no se ha estudiado bien y las cifras varían según las fuentes. Sin embargo, varios estudios han demostrado que el prolapso pélvico es una complicación frecuente en las mujeres con SED, con una prevalencia estimada de entre el 34% y el 89%.

El prolapso pélvico en mujeres con EDS puede ser más grave y más difícil de tratar que en mujeres sin EDS, debido a la debilidad de los tejidos conjuntivos. Además, estas mujeres también pueden experimentar otras complicaciones pélvicas, como dolor crónico, problemas para orinar y defecar y problemas sexuales.

 

Conclusión

Acabemos de una vez por todas con la idea errónea de que el prolapso es una enfermedad de las mujeres mayores o de edad avanzada. El prolapso también afecta a mujeres jóvenes (¡e incluso muy jóvenes!). Así que no hay nada de qué avergonzarse si te afecta, tengas la edad que tengas, y tranquila: no estás sola 🙂 .

El prolapso puede tener efectos significativos en la calidad de vida, la salud general y el bienestar. Es importante consultar a un profesional sanitario especializado si experimentas alguna molestia. Buscar tratamiento y corregir los factores contribuyentes lo antes posible ayudará a ralentizar la progresión del prolapso y el empeoramiento de los síntomas.

El tratamiento del prolapso en mujeres jóvenes es exactamente el mismo que para las mujeres mayores: depende principalmente de la elección y las preferencias de cada mujer. Las opciones de tratamiento incluyen la reeducación pélvico-perineal y/o el uso de un pesario en primer lugar, la cirugía en segundo lugar, o una combinación de estos enfoques.

 

Fuentes

(1) Prolapsus génital de la femme : Prise en charge thérapeutique, recommandations de bonnes pratiques de la Haute Autorité de Santé, mai 2021

(2) Grande Enquête Pessaires MyLittlePessaire, 2022

(3) www.academie-medecine.fr/le-prolapsus-genital-chez-la-femme-jeune-une-question-dactualite/

STROHBEHN K., JAKARY J., DELANCEY J. — Pelvic organ prolapse in young women. Obstet. Gynecol., 1997 , 9 , 33-6.

(4) Pregnancy, labor, delivery, and pelvic organ prolapse, comparative Study Obstet Gynecol 2002 Nov;100(5 Pt 1):981-6. doi: 10.1016/s0029-7844(02)02246-9. Eddie H M Sze, Gordon B Sherard 3rd, Jeanette M Dolezal

(5) Pelvic organ prolapse and urinary incontinence in nulliparous women at the United States Military Academy, Wilma I Larsen, Trudy A Yavorek, Int Urogynecol J Pelvic Floor Dysfunct. 2006 May;17(3):208-10. doi: 10.1007/s00192-005-1366-6. Epub 2005 Aug 3.

(6) Prevalence of Pelvic Floor Dysfunction, Bother, and Risk Factors and Knowledge of the Pelvic Floor Muscles in Norwegian Male and Female Powerlifters and Olympic Weightlifters, Kristina Lindquist Skaug, Marie Ellström Engh, Helena Frawley, Kari Bø, J Strength Cond Res. 2022 Oct 1;36(10):2800-2807. doi: 10.1519/JSC.0000000000003919. Epub 2020 Dec 3.