8 noviembre 2022

5 conceptos erróneos sobre los pesarios

Los prejuicios mueren con fuerza, y el pesario no se ha librado de esta triste realidad. Afortunadamente, las cosas han ido cambiando en los últimos años. Y desde su creación hace 3 años, MyLittlePessaire se enorgullece de contribuir a este cambio de percepción sobre este precioso dispositivo – y la afección que trata, el prolapso de órganos pélvicos.

En este artículo, echamos un vistazo a los 5 conceptos erróneos más comunes -y más embarazosos- sobre los pesarios:

  1. Los pesarios son para mujeres mayores
  2. El pesario sólo se utiliza cuando la cirugía no es posible
  3. El pesario es incómodo
  4. El pesario provoca infecciones
  5. Sólo el cubo del pesario puede manejarse de forma independiente

**Alerta de spoiler**: ¡son todas FALSAS!

 

 

Mito nº 1 – Los pesarios son para mujeres mayores
FALSO (y muy falso)

 

De hecho, las recomendaciones de la Haute Autorité de Santé sobre el tratamiento del prolapso de órganos pélvicos, publicadas en mayo de 2021, lo dicen claramente:

Se recomienda ofrecer un pesario como tratamiento de primera línea a todas las pacientes con prolapso genital sintomático, independientemente de su edad o del estadio del prolapso.”

A todas las pacientes. Sea cual sea su edad.

De hecho, muchas mujeres jóvenes tienen que llevar un pesario, de forma temporal, ocasional o durante más tiempo. Es el caso, en particular, de muchas jóvenes parturientas, deportistas de alto nivel, mujeres con estreñimiento crónico o afectadas por una debilidad o anomalía del tejido conjuntivo.

¿A qué se debe este error?

Sencillamente porque en las últimas décadas se han desarrollado técnicas quirúrgicas eficaces y seguras para el tratamiento del prolapso, y es este enfoque terapéutico el que se ha favorecido en muchos casos.

En otros países, sobre todo los anglosajones, la percepción es completamente distinta. En particular, porque la cirugía está mucho menos cuidada que en Francia.

En segundo lugar, porque el pesario dista mucho de ser una innovación, aunque en Francia se haya empezado a hablar de él hace poco. Es una técnica que se utiliza desde hace varios siglos (con materiales diferentes, por supuesto), e incluso desde la antigüedad.

Nuestras abuelas y bisabuelas los utilizaban, lo que puede dar la impresión de que el pesario es un aparato viejo y polvoriento.

Pero no es así. Es más, la comunidad médica está mostrando un renovado interés por esta opción terapéutica eficaz y segura, que resulta satisfactoria para el 90% de las pacientes y puede ser utilizada a la carta por cualquier mujer, en cualquier etapa de su vida.

Este concepto erróneo también está relacionado con el hecho de que el prolapso se considera erróneamente una patología de la vejez. No es así: también es una afección que afecta a mujeres jóvenes.

El pesario no está reservado a las mujeres mayores, aunque por supuesto también pueden utilizarlo: es un dispositivo útil para mujeres de todas las edades.

 

Mito n°2 – Los pesarios sólo se utilizan cuando la cirugía no es posible
FALSO

 

También en este caso nos remitimos a las últimas recomendaciones de la Autoridad Nacional Francesa de la Salud:

Los pesarios son tratamientos eficaces para los síntomas asociados al prolapso genital y mejoran la calidad de vida. Su eficacia sobre los síntomas es inmediata y parece equivalente a la del tratamiento quirúrgico“.

[…]

“Antes de proponer la cirugía del prolapso genital, se recomienda informar a la paciente de todas las opciones de tratamiento (abstención, rehabilitación, pesario, cirugía) para que pueda tomar una decisión compartida.

Si las opciones de tratamiento conservador no responden a las expectativas de la paciente, se recomienda proponer la cirugía en caso de síntomas incapacitantes asociados al prolapso genital que sean clínicamente significativos.

Por lo tanto, el pesario es una solución satisfactoria, que debe proponerse antes de cualquier intervención quirúrgica para el prolapso.

El pesario es también una herramienta complementaria al tratamiento quirúrgico cuando éste se desea y está indicado. Se puede realizar una “prueba del pesario” para anticipar mejor el impacto de la cirugía sobre los síntomas, confirmar la relación entre el prolapso y los síntomas, y aumentar la probabilidad de que la paciente esté satisfecha con su cirugía. La prueba del pesario también puede revelar cualquier incontinencia urinaria enmascarada por el prolapso, que puede salir a la luz después de la cirugía.

 

Por último, el pesario es una excelente solución para la espera de una intervención quirúrgica. No siempre es posible operarse rápidamente, los plazos de espera son a veces largos, o hay que organizar la vida laboral, familiar o social. Sin embargo, no es inevitable sufrir los síntomas del prolapso durante este periodo de espera: el pesario es perfectamente adecuado en este tipo de situaciones.

Por lo tanto, el pesario está indicado tanto para las mujeres que no pueden -o no desean- someterse a una intervención quirúrgica, como para las que se lo están planteando.

 

Mito n°3 – El pesario es incómodo
FALSO

 

El pesario es un dispositivo satisfactorio (los estudios señalan un índice de satisfacción del 92%1) que se olvida, que no se siente y que, por el contrario, permite recuperar la comodidad a diario… Eso sí, con ciertas condiciones.

En primer lugar, para que sea cómodo, el pesario debe adaptarse a cada mujer: el modelo y la talla deben elegirse cuidadosamente en consulta con un profesional sanitario formado. Normalmente, esta consulta permite realizar ensayos con pesarios de prueba, lo que permite a las pacientes estar seguras de que el pesario que compran será cómodo y eficaz. Un pesario inadecuado puede resultar incómodo y embarazoso.

A continuación, es importante cuidar la mucosa vaginal. Las mucosas secas, atrofiadas o irritadas tienen menos probabilidades de tolerar el pesario, que puede resultar incómodo. Por lo tanto, es esencial asegurarse de que la troficidad de la mucosa es buena, o de que se ha restablecido en caso contrario, antes de llevar un pesario. Si no es así, basta con aplicar un tratamiento local, hormonal o a base de ácido hialurónico. En el caso de una mujer posmenopáusica, es casi sistemático acompañar el uso de un pesario con un tratamiento local continuo.

La calidad del tránsito también es un punto importante: el estreñimiento puede hacer que el pesario resulte incómodo o incluso ineficaz. Por lo tanto, es necesario tratar y prevenir el estreñimiento en la medida de lo posible. Y si un pesario que ha sido cómodo durante varios meses deja de serlo, es algo que hay que comprobar antes de decidir cambiar de pesario.

Si se siguen estas “reglas de oro”, el pesario será totalmente cómodo y bien tolerado.

 

Mito n°4 – El pesario provoca infecciones
FALSO

 

Lo que sí es cierto es que el uso de un pesario suele aumentar el flujo vaginal, lo que se conoce como leucorrea. Se trata de un fenómeno totalmente normal: el contacto del pesario estimula la mucosa, que “lubrica” más. Mientras este flujo no sea maloliente ni coloreado, no hay motivo para sospechar una infección. Sin embargo, para algunas mujeres, esta secreción puede resultar embarazosa, por lo que a continuación se exponen algunas soluciones.

Los estudios indican una tasa mínima de complicaciones derivadas del pesario: sólo el 2,5% de las mujeres sufren infecciones vaginales como consecuencia del uso del pesario2.

El pesario no provoca infecciones, pero también en este caso hay que tener en cuenta algunas normas importantes.

En primer lugar, debe respetarse el periodo máximo de utilización de cada modelo de pesario. Por ejemplo, los pesarios de tipo Cube deben retirarse siempre por la noche. Otros pueden llevarse durante más tiempo, pero deben retirarse y limpiarse con regularidad. Idealmente, al menos una vez a la semana.

A continuación, es necesario un seguimiento médico regular. Puede ser anual si la mujer se quita el pesario con regularidad, pero debe ser trimestral para las que se lo dejan puesto continuamente.

Por último, hay que tener en cuenta el material del que está hecho el pesario: es preferible elegir un pesario de silicona médica, que las mucosas toleran mejor y no favorece el crecimiento bacteriano, a diferencia de los pesarios de látex o caucho, que son materiales porosos que retienen las bacterias.

Incluso cuando se respetan estas normas, las infecciones vaginales -micosis o vaginosis, en particular- pueden aparecer con mayor frecuencia. Esto ocurre cuando la presencia del pesario irrita la mucosa, favorece un flujo excesivo y desequilibra la flora al alterar la acidez de la vagina.

En este caso, puede ser útil reforzar la hidratación o la troficidad de la mucosa con un tratamiento local. Un estudio muestra que las mujeres que toman un tratamiento local con estrógenos tienen menos aumento de la leucorrea que las que no lo toman (15,7% frente a 30,3%) y es probable que lleven el pesario durante más tiempo.

Otro consejo es cambiar la frecuencia con la que se retira el pesario. Para algunas mujeres, retirar el pesario más a menudo, o incluso llevarlo sólo durante el día, puede reducir mucho la leucorrea – y el fenómeno de las infecciones repetidas. Para otras, la retirada frecuente es más irritante para la mucosa vaginal y, por el contrario, amplifica el fenómeno. Así que es importante probar y ver qué funciona mejor para cada mujer. Y si no es suficiente, se pueden probar otros tamaños o modelos de pesario.

Por último, puede ser útil tomar probióticos para proteger la flora vaginal y limitar las molestias.

Otro tipo de infección que las mujeres declaran a veces después de llevar un pesario es una infección urinaria. Cuando esto ocurre, hay varias causas posibles. El tamaño del pesario puede ser inadecuado: un pesario demasiado grande puede provocar retención urinaria, lo que favorece la proliferación bacteriana, mientras que uno demasiado pequeño puede irritar y causar inflamación local al moverse demasiado. También pueden probarse otros modelos.

 

Mito n°5 – Sólo el pesario Cube puede gestionarse de forma independiente
FALSO

 

Sólo el pesario Cube DEBE administrarse de forma independiente.

Es el único modelo de pesario que debe retirarse todas las noches.

Todos los modelos de pesario pueden ser gestionados de forma totalmente autónoma por las mujeres que los llevan. Sin embargo, algunos modelos son mucho más fáciles de usar que otros: es el caso de los pesarios Anillo y Plato (o cuenco), que son particularmente fáciles de insertar y extraer para la mayoría de las mujeres.

Pero también en este caso, el manejo y la facilidad de manejo son una cuestión de preferencias y limitaciones personales. Algunas mujeres quieren manejar ellas mismas sus pesarios. Otras no quieren, y prefieren dejárselo a su terapeuta. A otras les gustaría ser autónomas pero no pueden, debido a limitaciones físicas que se lo impiden: obesidad, artrosis en los dedos, vagina muy profunda, etc.

No dudes en probar varios modelos en consulta, para ver cuáles puedes manejar mejor.

 

En conclusión

No creas todo lo que te digan sobre el pesario: es una solución segura y eficaz para las mujeres que sufren prolapso y/o incontinencia urinaria de esfuerzo. En su lugar, consulte a un profesional sanitario formado en la materia, que podrá ofrecerle un tratamiento adaptado a sus necesidades y preferencias, y permitirle recuperar su comodidad y libertad.

 

Fuentes

  1. Patient satisfaction and changes in prolapse and urinary symptoms in women who were fitted successfully with a pessary for pelvic organ prolapse – Jeffrey L Clemons MD Vivian C Aguilar MD Tara A Tillinghast NP, MSN Neil D Jackson MD Deborah L Myers MD – American Journal of Obstetrics and Gynecology – 2004
  2. 2. Directive clinique n° 411 : Utilisation des pessaires – Marie-Andrée Harvey M.D. Marie-Claude Lemieux M.D.Magali Robert M.D.Jane A.Schulz M.D. – Journal of Obstetrics and Gynaecology Canada – 2020
  3. Effect of vaginal estrogen on pessary use – Sybil G. Dessie, Katherine Armstrong, Anna M. Modest, Michele R. Hacker, and Lekha S. Hota – Int Urogynecol – 2016